World Saxophone quartet
Oliver Lake saxo alto y soprano, voz
Tony Kofi saxo alto
David Murray saxo tenor y clarinete bajo, voz
Hamiet Bluiett saxo barítono
Lee Pearson batería
Jamaaladeen Tacuma bajo eléctrico
Herve Samb guitarra

Originariamente formado por los saxofonistas David Murray, Julius Hemphill, Oliver Lake y Hamiet Bluiett, el World Saxophone Quartet empezó a tocar como una unidad en 1976, inspirados por Ed Jordan, director de música en la New Orleans Southern University. Jordan había escuchado a los cuatro saxofonistas en cada uno de sus respectivos grupos y les contrató para que hicieran un concierto juntos: “Nos gustó y empezamos a tocar juntos en otras universidades”, recuerda David Murray. Aunque tres de los miembros originales, Hemphill, Lake y Bluiett, ya se conocían porque habían vivido en la misma ciudad, St. Louis, no fue hasta este evento cuando decidieron crear un grupo consistente en sólo cuatro saxos. Desde entonces el grupo ha grabado muchos álbumes, entre ellos el aclamado Plays Duke Ellington (1986, Nonesuch), que fue votado como uno de los mejores álbumes de ese año en el New York Times, y que describió al grupo como “la banda más protéica y estimulante del nuevo jazz de los ochenta”, Jon Pareles del Times dijo de WSQ que era “el más original e importante grupo desde que Miles Davis, Ornette Coleman y John Coltrane redefinieron los grupos de improvisación a finales de los años cincuenta”. El WSQ se ha mantenido durante muchos años entre los cinco mejores grupos en las listas anuales de la crítica del Down Beat. En 1990 Hemphill dejó el grupo debido a una enfermedad, murió en 1995, y fue reemplazado por Arthur Blythe, luego James Spaulding, más tarde por Eric Person y actualmente por Tony Kofi.

Hamiet Bluiett (saxo barítono y clarinete alto) es un músico con un excelente dominio de su instrumento en todos los registros. Aparte de fundar el St. Louis Black Artists Group (BAG), ha trabajado con el Gateway Symphony, con Lester y Joseph Bowie, Charles Mingus, Sam Rivers, Babatunde Olatunji, Stevie Wonder y Marvin Gaye.

Oliver Lake (saxos alto y soprano, flauta y sintetizador) creció en St Louis y recibió apoyo profesional del trompetista Lester Bowie. Miembro fundador del St Louis Black Artists Group, se trasladó a Nueva York en 1976 después de dar clases en el American Centre for Artists and Students en París. Lidera su propio grupo de funk-reggae Jump Up, así como un cuarteto de jazz. Oliver Lake es un destacado solista, compositor y líder de bandas desde principios de los años setenta, también ha publicado varios libros de poemas.

David Murray (saxo tenor, clarinete bajo) empezó a dirigir sus propias bandas de rhythm and blues a los doce años, y sin duda en este tipo de música se encuentran sus raíces así como en la música de John Coltrane, Ben Webster y Sonny Rollins. Es probablemente el músico que aparece en más grabaciones de la historia de la música moderna, álbumes que incluyen solos y sesiones con tríos, cuartetos, quintetos, un octeto y una big band. Es ampliamente reconocido como uno de los mejores músicos de jazz vivos. Actualmente vive en París, lo que le permite tocar frecuentemente en Europa aunque también sigue dando conciertos regularmente en Estados Unidos.

Tony Kofi (saxo alto) forma parte desde 1991 de los Jazz Warriors, una banda que todavía existe bajo el nombre de Tomorrows’s Warriors, formada por los jóvenes talentos de la escena jazzística de Gran Bretaña. Desde los años noventa ha tocado con innumerables músicos y bandas de primera fila, entre las que se incluyen Billy Higgins, Branford Marsalis, Queen Latifah, Salt’n’Pepper, US3, The David Murray Big Band, the Grand Union Orchestra y la Sam Rivers Rivbea orchestra, entre otros.

Jamaaladeen Tacuma (bajo), empezó a tocar a los 13 años acompañando al organista Charles Earland, fue después contratado por Ornette Coleman para tocar en su banda Prime Time. En los siguientes años empezó a ser considerado un destacado bajista de vanguardia y protagonista del estilo llamado free funk. Su forma de tocar ha dejado una indeleble huella en las siguientes generaciones de bajistas. Últimamente toca también en bandas de rap y hip-hop.

Hervé Samb (guitarra), guitarrista y compositor nacido en Senegal, empezó a tocar la guitarra a los nueve años, desde siempre se ha interesado por los ritmos de su país de origen y por la música negra americana. En 1998 se instaló en París y rápidamente empezó a integrar varias formaciones, fue el inicio de su carrera internacional: Amadou & Mariam, David Murray, Cheikh Tidiane Seck, por nombrar algunos de los músicos con los que ha colaborado.

Calvin Weston (batería) a los diecisiete años empezó a tocar en la Prime Time Band de Ornette Coleman, con quienes giró ampliamente por Europa y Norteamérica y grabó cuatro álbumes, tocó posteriormente con el guitarrista James “Blood” Ulmer hasta que en 1990 se unió a los Lounge Lizards de John Lurie. A finales de los noventa, Weston grabó y giró con Billy Martin de Medeski, Martin and Wood, con Eyvind Kang, Derek Baily, Marc Ribot y James Carter. También ha tocado en la banda sonora de muchas películas, entre ellas Get Shorty. En su último proyecto, Big Tree, Calvin explora muchas de las influencias musicales de su carrera como líder y compositor.

Political Blues (Justin Time, 2006), el álbum más reciente de WSQ, ocupa el mismo territorio que esos breves momentos de activismo musical que no sólo han participado sino que han afectado de manera crucial las prácticas revolucionarias, como Freedom Now Suite de Max Roach (Candid, 1960) o la primera Liberation Music Orchestra (Impulse!, 1969) de Charlie Haden. WSQ no es una voz discreta, y Political Blues no es una débil reivindicación. Es el intenso, firme espíritu del jazz, una descarga al corazón de los terribles acontecimientos que sacudieron las raíces negras de la música. Political Blues toma la combinación de las fuerzas contra el racismo, el conservadurismo político, la guerra, la depresión y el desastre económico sin precedentes para convertir su sonido vital en algo a la vez amenazante y, en algunos momentos, terriblemente desenfrenado. Las letras de los temas formulan una queja contra la postura adoptada por el gobierno tras el desastre del huracán Katrina, las triquiñuelas durante las elecciones presidenciales, la desastrosa política exterior americana, las adversas relaciones de EEUU frente al desarrollo de los países africanos, el conflicto palestino-israelí, los sin techo, la saturación mediática, etc.

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