21 días por esas tierras dan para pensar mucho en lo ocurrido en el pasado, para hacer caer mitos & llevarte infinitas alegrías. Muchos sitios que pensaba iban a enamorarme no lo llegaron a hacer, pero descubrí muchos otros de los que casi ni había oído hablar. Así pues, los 5 lugares que recomiendo visitar, aparte de una y cada una de las capitales son:

Bahía de Kotor – Montenegro

Dubrovnik, al sur de Croacia, es un precioso & pequeño pueblo, atestado de turistas. El encanto, brilla por su ausencia. A menos de una hora, tras la frontera montenegrina tenemos el mayor de los fiordos del sur de Europa. Puede atravesare en barco o bordearlo durante 2 horas. Se atraviesan pueblos, decenas de pequeñas playas de piedra & se disfruta de unos paisajes indescriptibles.

Kotor pueblo, con su fortaleza que se alza vertiginosamente en el monte, visita totalmente obligada. Con sus suelos & casas de piedra, y ventanas de madera pintadas de verde, no tiene nada que envidiar al resto de pueblos, de iguales características, que se encuentran en la costa de sus vecinos del norte.

Y lo mejor, nada de masificaciones, de turismo de crucero, de agobios.

Mostar – Bosnia

Al sur del país, a 3 horas de la bellísima capital, Mostar es una visita obligada para todo turista con tiempo y ganas de disfrutar de un encantador pueblo, precios bajos, mucha historia & calorcito en verano. Esto último, siempre y cuando no tengáis que sufrir la ola de calor de éste Julio.

Su símbolo mundialmente conocido, es su puente. Perfectamente definido y resumido por la wikipedia:

El puente de Mostar siempre ha sido considerado todo un símbolo por servir de unión entre las dos culturas en que está dividida la ciudad, con los católicos croatas al oeste y los musulmanes al este del río Neretva- Al comienzo del conflicto bélico en Mostar, croatas y musulmanes se aliaron para expulsar a los serbios, pero una vez conseguido este objetivo, se declaró una nueva lucha entre musulmanes y croatas por tomar el poder de la ciudad. Durante la guerra, el puente fue destruido, derrumbándose así todo un símbolo de la convivencia entre culturas, de la que la ciudad había sido siempre un claro ejemplo. Se dice, que los croatas fueron los que lo hicieron caer.

La guerra se palpa. De la ocurrida hace algo mas de 10 años, en forma de edificios totalmente acribillados a balazos, cascos azules e innumerables ayudas por parte de países extranjero. Estos intentan limpiarse la conciencia, tras hacer nada durante los años más duros de la guerra, en la que los bosnios eran asesinados por el simple echo de serlo. La nueva guerra, la ideológica. Los croatas de la ciudad, construyen la que se va a convertir en una de las iglesias católicas más altas del país, para hacer frente, visualmente, a los minaretes que salpican el otro lado del río. Y una enorme cruz es visible desde cualquier punto de la ciudad, en lo alto de un monte, para mostrarse superiores.

Aparte de lo dicho, el pueblo, precioso.

Parque Nacional de los lagos de Plitvice – Croacia

A mitad de camino entre Zagreb y la ciudad costera de Zadar encontramos la región cárstica que da lugar a este parque natural. Lagos de diferentes tamaños, formas y colores se encuentran rodeados de paredes de piedra, bosques y calzadas para el caminante. Varias horas son necesarias para poder disfrutar del lugar, perderte y andar más que el resto de turistas, para sí encontrar lugares en lo que poder encontrarte solo.

Aunque masificado en Agosto & Julio, sigue siendo una visita indispensable.

Cascadas de Kravica - Bosnia

Poquísima gente las conocerá en España, o en cualquier lugar fuera de Bosnia o Croacia. Se encuentran a menos de 1 hora de Mostar y solo pueden llegarse en transporte privado. Aunque, varias agencias de viajes programan salidas allá diariamente. El hostal en el que estábamos, por 15 euros te llevaba y además el guía paraba en 2 pueblos preciosos de camino. Merece, muy mucho la pena.

En mitad de la nada, como por arte de magia, entre árboles se encuentra un lago ( otro pensareis… ). Lo alucinante, las decenas de cascadas de diferente tamaños que lo bañan y que te permite disfrutar de jakuzzis naturales, relajantes masajes en la espalda, sentirte un explorador adentrándote en cuevas que se encuentran escondidas tras ellas.

Un chiringuito te abastece de rica & tradicional comida y cerveza. No se puede pedir mas por unos módicos 0 euros.

Lago Bled – Eslovenia

En mitad de los Alpes Julianos, al norte de este país que nada tiene que envidiar a Austria o Suiza se encuentra un pequeño pueblo con algo de encanto. Los eslovenos, gente inteligente, en vez de masificarlo o construir altos edificios decidieron pensar mas en el medio ambiente que en el dinero del ladrillo para mantener este precioso paraje tal como se merece.

Simplemente para dar a conocer a los viajeros. Julen - Mauro - Alberto

El pueblos no lo visitarás, pero no pararás de sacar fotos al castillo que se alza en un peñasco sobre el lago, o a la isla & su iglesia en el centro del mismo. Con sol y tiempo, una día en allí servirá para relajarse, y si se desea, hacer treking o excursiones a los montes cercanos.

Consejo, alquilaros una barca con remos por 2 horas, e ir a la isla por vuestros “propios medios”. Y si podéis colaros a alguna casa de lago, aparcad en el embarcadero y tiraros desde el techo del mismo. No lo he hecho, me lo han dicho… ;-).

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