SARAJEVO - Retomando fuerzas
0 Commentarios Publicado por cadeer el sábado, 13 de octubre de 2007 a las 10:00.Aunque lo que todos conocíamos era su historia. Tras su independencia de Yugoslavia en el año 1992, la gran comunidad Serbia de Bosnia, apoyada por tropas Serbias, comenzó una limpieza étnica contra la mayoría musulmana del país. Sarajevo sufrió un sitio que duró 3 largo años, en los que los bombardeos eran constantes y el hambre o la muerte el pan de cada día. Los serbios se hicieron fuertes en las montañas que rodean la ciudad, Sarajevo se encuentra en un valle, y la dejaron incomunicada del exterior. Para más información, podéis visitar la clásica Wiki. Aunque, antes de comenzar, adjunto la curiosa conclusión a la que llegó la International Court of Justice:
The court concluded that the crimes, including mass killings, rapes, detentions, destruction and deportation, committed during the 1992-1995 war, were "acts of genocide" according to the Genocide Convention, but that these acts did not, in themselves, constitute genocide per se.
Asi pues, un soleado dia de Julio, y proviniendo de la caótica, pobré, ruidosa, exótica & divertida Belgrado, llegamos a Sarajevo. La carretera que lleva a la capital, desde el momento justo de entrar al país bordea bosques, ríos y lagos… que no te despiden hasta el momento en que dices adiós al país para entrar en Croacia. Realmente, la naturaleza y belleza de los paisajes Bosnios fue una de las mejores sorpresas que nos llevamos del viaje. La entrada a Sarajevo, no iba a ser menos. La carretera, una nacional de un carril para cada dirección, tras dejar a un lado el río Miljacka que veníamos bordeando, comienza a ascender una ladera y tras unos pocos minutos bajos nosotros, en el valle, aparece la ciudad. Se bordea, desde lo alto, y las pequeñas casas de las laderas, los inmensos cementerios con blancas lapidas, decenas de minaretes y bellos edificios centrales te dan la bienvenida. Luego de pelearte con los taxistas autóctonos, que intentarán timarte de cuantas maneras quieran, y 10 minutos en taxi, el centro es tuyo para ser visitado.
Lo primero de lo que te das cuenta al entrar a la ciudad, es que les ha dado tiempo a retomar la vida que debió de tener antes de los bombardeos. Las calles están repletas de gente, los edificios reformados, o en proceso de y el transporte público va como en cualquier otra ciudad europea. Curioso, ver la convivencia de las diferentes culturas, pudiendo encontrarte mujeres con velo hablando con otras con impresionantes minifaldas… Las mezquitas son las reinas de la ciudad, y el canto que se escucha desde los minaretes, en cada puesta de sol, le da un toque exótico que te hace transportarte a tierras aun mas lejandas.
La ayuda internacional se ve a cada paso. Tranvías donados por Viena ( en los que los anuncios todavía están en alemán ), autobuses por Japón, ambulancias por España o Dinamarca, edificio en construcción con ayuda Griega o Alemania. Es cierto que durante 3 años, poco se hizo para impedir lo que estaba ocurriendo, ahora intentan arreglar lo que, tal vez, pudieron evitar. Volviendo al tema:
El punto de partida de las visitas, debe de ser el barrio turco. Pequeñas casas de madera, suelos de piedra, estrechas calles llenas de bares, teterías y las omnipresentes tiendas de recuerdos hacen una mezcla muy agradable. Ademas, un punto mas a favor de la ciudad, es el poco turismo que aun sufre, siendo la mayor parte de los turistas los propios Bosnios que se acercan a conocer su capital. En el barrio, colaros a alguna mezquita y ver las costumbres.
Al alabar con el barrio turco, toca visitar el centro de la ciudad, con grandes avenidas y edificios que recuerdan a las de cualquier otra gran capital europea. Bien renovados aunque todavía puedas encontrarte impactos de mortero o alguna ráfaga de metralleta en las paredes. Es interesante salir del centro y pasear por los barrios típicos de la ciudad para darse cuenta de cómo se vive en esta ciudad, la impresión que nos llevamos, fue bastante buena.
Otros puntos de visita obligada, es bordear el río que atraviesa la ciudad y visitar el puente ( o su réplica ) donde fue asesinado del archiduque del Imperio Austro-Húngaro, y que fue el desencadenante de una serie de acontecimientos que llevaría a la IWW. El túnel que se escavó bajo las montañas para poder recibir víveres desde el exterior durante el sitio es hoy un museo también muy recomendable, así como visitar y pasear por el gran cementerio que se encuentra en la ladera mas cercana al barrio turco.
Como broche final, ver anochecer desde alguno de los miradores que tiene la ciudad, no tiene desperdicio. Al igual que, con cerveza Sarajevesko en mano, afrontar una larga noche de fiesta por los bares del centro, para acabar moviendo el esqueleto en la discoteca The Club. Esta se encuentra a 10 minutos del centro y es conocida por todos los jóvenes de la ciudad, Esta en los bajos de un antiguo edificio, en lo que, dedujimos, debió ser una especie de bunker durante la guerra.
Como nota informativa, decir que tanto el alojamiento como la comida es muy barata en la ciudad. Alojarse en casi un place, pues por menos de 10 euros es posible lograr un ático, con más camas que huéspedes, baño con hidromasaje, salón y tranquilidad en pleno centro histórico. Y comer, los ricos Bureks, que por 1 euro te darán todas las fuerzas que quieras.
Para llegar, esta algo complicado el tema. La mejor opción siempre es el autobús, bien viniendo desde el sur de Croacia vía Mostar, o desde Belgrado. Las compañías de low-cost todavía no han hecho su aparición por esos lares, aunque no tardarán. El tren es muy poco frecuente y no comunica demasiado bien la ciudad, asi que es mejor olvidarse de el. Adema, los autobuses, con suerte, tendrán aire acondicionado! Alguno es posible que no tenga y un viaje de 4 horas, a 40 º se haga algo duro…
En definitiva, una Europa diferente, divertida, barata y que seguro os soprende, para bien!
Etiquetas: viajes
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