STOMP en Valladolid, crónica
0 Commentarios Publicado por Vito el jueves, 1 de noviembre de 2007 a las 14:00.STOMP en el Auditorio Miguel Delibes
17-20 de Octubre de 2007
Con un ligero, pero soportable retraso, STOMP comenzó poco a poco, primero algo calmados con un interesante sketch de percusión usando escobas en el que aprovecharon para presentar indirectamente a los ocho integrantes del grupo, cabe decir, muy bien caracterizados y perfilados, como si de los protagonistas de una obra de teatro se tratase. Tras un primer vistazo, localizamos al típico lider, al típico jovencito rebelde, a la típica chica malota, el típico gordito torpe gracioso y, mi favorito, el pobrecillo al que le ocurren todas las desgracias en cada tema, el bufón del espectáculo que más hizo reir.
El espectáculo de STOMP combina la danza, la música, la percusión con objetos cotidianos, y todo ello envuelto con una fuerte presencia teatral en cada uno de los sketchs, haciendo del show un espectáculo realmente ameno y divertido. Tras la presentación con las escobas, música con cajas de cerillas de cuatro de los componentes mientras el resto descansa y se prepara para el próximo tema, en el que usan sus pies y sus manos añadiendo algo de serrín al escenario para dar un toque de suavidad y sonoridad en sus movimientos, desencadenando en una impresionante batalla rítmica, como si varios solos de jazz de batería se tratasen. Tras ello, recogedores de metal y papeleras para recoger el serrín del escenario protagonizan el siguiente tema, donde se puede ver ya una cierta continuidad entre cada tema, lo cual es de agradecer, confiriéndole, de nuevo, esa especie de ambiente de obra de teatro estilo clowns que tan de agradecer fue.
Cabe destacar de toda la primera parte, un relajante y mísctico tema interpretado por los ocho componentes porando sendos tubos de goma de distintos tamaños y grosores, los cuales, golpeados perfectamente sincronizados en cada momento con distintas intensidades llegaron a crear algo similar a una melodía, mucho menos rítmica que las anteriores. Los fregaderos llenos de agua dieron paso a los destascadores que, usando el agua del suelo, sonaron cómicamente mientras otros limpiaban el suelo con fregonas. Una vez limpio el escenario, los ocho aparecen con largos palos, creando una atmósfera misteriosa, mística, desencadenando en una fuerte pelea colectiva perfectamente sincronizada como si de unos monjes shaolin se tratasen. Garrafas de agua, mecheros zippo, balones de baloncesto, cubos, cajas... incluso sorprendieron al animado público con un cómico sketch en el que tres de sus integrantes se dedicaban a revolver entre la basura intentando crear ritmos con cada elemento que encontraban... una bolsa de basura de plástico... un vaso de café... ¡Todo puede ser ritmo y música para estos genios de la percusión!
Tras todos estos sketchs, muchos de ellos con la colaboración del joven público al que costó sincronizar para que diese correctamente unas palmas, finalmente los chicos de STOMP suben al metalizado y recargado escenario superior, cosa que todos esperábamos con ansias. Un impresionante escenario lleno de cubos, cazuelas, tubos de metale y todo tipo de elementos que se pudiesen golpear, dando lugar al tema más impresionante, complicado, y todo hay que decirlo, ruidoso del show.
El espectáculo de STOMP combina la danza, la música, la percusión con objetos cotidianos, y todo ello envuelto con una fuerte presencia teatral en cada uno de los sketchs, haciendo del show un espectáculo realmente ameno y divertido. Tras la presentación con las escobas, música con cajas de cerillas de cuatro de los componentes mientras el resto descansa y se prepara para el próximo tema, en el que usan sus pies y sus manos añadiendo algo de serrín al escenario para dar un toque de suavidad y sonoridad en sus movimientos, desencadenando en una impresionante batalla rítmica, como si varios solos de jazz de batería se tratasen. Tras ello, recogedores de metal y papeleras para recoger el serrín del escenario protagonizan el siguiente tema, donde se puede ver ya una cierta continuidad entre cada tema, lo cual es de agradecer, confiriéndole, de nuevo, esa especie de ambiente de obra de teatro estilo clowns que tan de agradecer fue.
Cabe destacar de toda la primera parte, un relajante y mísctico tema interpretado por los ocho componentes porando sendos tubos de goma de distintos tamaños y grosores, los cuales, golpeados perfectamente sincronizados en cada momento con distintas intensidades llegaron a crear algo similar a una melodía, mucho menos rítmica que las anteriores. Los fregaderos llenos de agua dieron paso a los destascadores que, usando el agua del suelo, sonaron cómicamente mientras otros limpiaban el suelo con fregonas. Una vez limpio el escenario, los ocho aparecen con largos palos, creando una atmósfera misteriosa, mística, desencadenando en una fuerte pelea colectiva perfectamente sincronizada como si de unos monjes shaolin se tratasen. Garrafas de agua, mecheros zippo, balones de baloncesto, cubos, cajas... incluso sorprendieron al animado público con un cómico sketch en el que tres de sus integrantes se dedicaban a revolver entre la basura intentando crear ritmos con cada elemento que encontraban... una bolsa de basura de plástico... un vaso de café... ¡Todo puede ser ritmo y música para estos genios de la percusión!
Tras todos estos sketchs, muchos de ellos con la colaboración del joven público al que costó sincronizar para que diese correctamente unas palmas, finalmente los chicos de STOMP suben al metalizado y recargado escenario superior, cosa que todos esperábamos con ansias. Un impresionante escenario lleno de cubos, cazuelas, tubos de metale y todo tipo de elementos que se pudiesen golpear, dando lugar al tema más impresionante, complicado, y todo hay que decirlo, ruidoso del show.
Tras una extensa ovación, el grupo se despidió con un impresionante final tras el que volvieron para un bis, esta vez protagonizado en parte por el público, que, ya enseñado, supo seguir al lider con el ritmo de palmas que nos pedía en todo momento. Un impresionante espectáculo que, sin duda, tardaremos tiempo en olvidar.
Texto y vídeo: Víctor Alonso
Fotos: Maggie
Fotos: Maggie
0 Comentarios a “STOMP en Valladolid, crónica”